Y con el 2006 llegó el Centenario.

Durante los días comprendidos entre el 16 de enero y el 7 de abril de 1906, se celebró en nuestra ciudad el hecho histórico más importante desde su renacimiento como nueva ciudad.

Sin entrar en el plano político ni social de la época de la Conferencia, con este artículo se pretende dar a conocer todos los aspectos filatélicos que la misma generó.

Las Delegaciones presentes en Algeciras fueron las siguientes: Alemania, Austria, Bélgica, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Marruecos, Holanda, Portugal, Rusia, Suecia y la anfitriona España ostentando la Presidencia de la Conferencia, siendo Alcalde de Algeciras D. Emilio Santacana y Mensayas.

Para esta ocasión y para el funcionamiento del correo, en especial para las Delegaciones internacionales presentes, la Administración central instaló en el propio recinto -Salón de Plenos del Excmo. Ayuntamiento de Algeciras- la Estafeta correspondiente a la que dotó de TRES matasellos especiales para su estampación en tinta color violeta. Esta Estafeta estuvo en servicio desde el 16 de enero hasta el 11 de abril.

Según costumbre de esta época, era muy común el intercambio de postales, por lo que gracias a estas iniciativas han podido llegar hasta nuestros días gran cantidad de estos documentos con los diversos matasellos usados, además de la correspondencia de las Delegaciones y particulares, esto unido a lo muy extendido que ya se encontraba el comercio filatélico dio origen a que se estampasen los matasellos en hojas con los diferentes sellos de la serie básica de Alfonso XIII (cadete) que posteriormente eran recortados para su venta.

Los matasellos dedicados a la Conferencia

Negro. Correo ordinario

Violeta. Certificado

Violeta. Valores declarados

 

 

 

 

 

 

Matasellos FALSOS de la Conferencia.

Falso I

Falso II

Falso III

Las principales características son: la «I» rota en la parte superior y las estrellas de ocho puntas.
Otras marcas:

Marcas de la Delegación italiana

Color azul	Color amarillo (1ª)

Marca italiana en la Conferencia Internacional de Algeciras

Publicado en la revista Atalaya en su número 100 de abril de 2003, pag. 89-90:

Después de noventa y siete años transcurridos desde que allá en al año 1906 se celebrase en Algeciras la Conferencia Internacional sobre Marruecos, aún nos asombramos con la aparición de una nueva marca.

Hasta hoy todos hemos podido estudiar y coleccionar las tres marcas conmemorativas en color violeta usadas para cancelar la correspondencia que durante los días de la Conferencia se generase en la misma y en la ciudad. Además hemos visto una gran cantidad de objetos circulados y no, otra marca circular estampada en color rojo correspondiente a la Delegación francesa, casi siempre acompañando a las marcas españolas. Hemos podido ver, como a lo largo del tiempo se fue falsificando, sobre todo, el fechador circular ordinario hasta en tres ocasiones; hemos conocido recientemente un malísimo intento de reproducción.

Con motivos algecireños adquirí varias tarjetas postales para mi colección particular y cual no fue mi sorpresa cuando descubrí que en dos de ellas se encontraba estampada la marca primera.

Estampada en el frontal y dorso de la tarjeta en un doble circulo se indica “MISSIONE ITALIANA” ◊ CONFERNEZA D’ALGESIRAS ◊ en color marrón amarillento y en el centro el escudo del Reino de Italia.

La tarjeta corresponde a una fotografía de la Delegación española en el Hotel Reina Cristina, residencia oficial de las delegaciones que participaron en la Conferencia, durante los casi tres meses que duraron las mismas.

Esta Delegación estaba compuesta por D. Juan Manuel Sánchez Gutiérrez, Duque de Almodóvar del Río (Ministro de Estado y Presidente de la Conferencia), D. Juan Pérez Caballero Ferrer (Ministro Plenipotenciario cerca de S.M. el Rey de los Belgas), y los Srs. Piña y Mollet, González Hontoria, Fernández Vallín, Jaime Ojeda, Conde de Perderé, Reginaldo Ruiz, Gamoneda (José María y Antonio) y Pino, estos cuatro últimos de la Secretaría del Presidente de la Conferencia.

La Delegación italiana estuvo compuesta por el Marqués Visconti Venosta Caballero de la Orden Suprema de la Anunziata y sus secretario Sr,. Sforza y el Ministro Plenipotenciario en Marruecos Sr. Julio Malmusí.

En la segunda tarjeta postal al igual que la primera, sin circular, la marca de esta Delegación la encontramos en color azul, solo al dorso. Parece increíble, pero de no conocerse ninguana marca de la Delegación italiana pasamos a conocer dos. La diferencia con la anterior además del color de la estampación, está la longitud de las palabras CONFERENZA D’ALGESIRAS y MISSIONE ITALIANA y que entre la separación del título aparece un guión y no una especie de rectángulo o arañita como en el primero.

Bien es sabido de la gran afición que en estos días existía por las “postales” y en esta ocasión que brindó la Conferencia fue aprovechada por los cambistas y coleccionistas para realizar los más difícil todavía, por lo que encontramos las tarjetas sin circular con las cinco marcas conocidas hasta hoy de la Conferencia. Siempre se quedará a la espera de encontrar una verdaderamente circulada con esta nueva marca.

En esos momentos podremos afirmar que es una verdadera marca postal.

Crucero GALILÉE -CONFERENCIA INTERNACIONAL DE ALGECIRAS-
Del libro de «La Conferencia de Algeciras” “Diario de un testigo” de Javier Betegón y Aparici, corresponsal de “La Época” de Madrid, correspondiente al capitulo XXXIX, Tánger 17 de marzo):

Desde que comenzó la Conferencia, cuyo final no llega nunca, fondeó en la Bahía de Algeciras el crucero Galilée, un precioso barco que forma parte de la escuadra del Mediterráneo, quedando de estación a las órdenes del Mr. Revoil, el primer Delegado de Francia, y todos los sábados por orden de éste, ha estado con la calderas encendidas y listo para traer a Tánger, el puerto más importante del Imperio marroquí, a los diplomáticos y periodistas de todas las Naciones que quisieran utilizarlo.

Fácil es entender que unos y otros han hecho honor a la amabilidad de la Delegación francesa, aprovechando la ocasión de dedicar un par de días a la visita de esta interesante población, empleando para ello un barco de guerra tan marinero como el crucero Galilée.

Añádase a esto la circunstancia de que su Comandante Mr. Herbert, que luce en su uniforme la roseta de Oficial de la legión de Honor, y los Oficiales todos, se distinguen por su afabilidad y cortesía, y se comprenderá el pasaje que todas las semanas ha venido a Tánger en el barco francés.

Tuve yo la honra, que estimo en lo que vale, de ser muy especialmente invitado hoy, y, aceptando gustoso, a las dos de la tarde salí en el Galilée de Algeciras y antes de la cinco fondeaba el buque en Tánger, a pesar que en el Estrecho había bastante marejada, por efecto del Levante que sopla con fuerza desde hace cuatro días.

No fue cosa fácil el desembarco, por las malas condiciones de la bahía de Tánger, abierta a todos los vientos, y más difícil especialmente con el levante. Pero después de recibir algunos chapuzones del agua que entraba por las bordas de la lancha de vapor del crucero, la cual en algunos instantes tenía un balanceo bastante alarmante, tomamos tierra en el pantalán o muelle de madera, único que aquí existe.

Salieron a recibir a los viajeros…

Sólo hemos encontrado una tarjeta postal circulada a Bordeaux con un franqueo de 5 céntimos (Cadete) matasellada con el fechador ordinario de la Conferencia, y junto a la misma la marca en rojo de la Delegación francesa. En el dorso hemos hallado la marca del “Croiseur Galilée” en color azul. Coincide la fecha del 10 de marzo una semana antes de la visita de Betegón a Tánger.